Hay un fenómeno que, si tuviste infancia, seguramente recuerdes. Vuelve a un momento de tu pasado en el que tenías unos 7 u 8 años.
¿Lo tienes?
Ve al momento en el que te daban dinero, ya sea tus padres, tu abuela o tu tía la del pueblo. Imagínate con esas moneditas en la mano. O si ibais montados en el dólar, imagínate el billete en tu mano de talla S.
Ahora, ¿qué haces con ese dinero?
Indudablemente chuches en el todo a 100 reformado a «frutos secos» más cercano.
No creo que estuvieras pensando en ahorrarlo, pero si es así que sepas que estamos buscando personas como tú para el equipo.
Supongamos que haces lo más normal y te lo fundes en chuches, bolsas de Chetos, Pelotazos y patatas fritas varias. Que además, venían con los tazos y había que tener más.
Disfruta de ese recuerdo de la infancia y ahora seguimos.
Imagina ahora que pasa un año o dos y vuelves a comprar esa misma bolsa de patatas fritas. Ha ocurrido un fenómeno extraño… ¡Alguien ha llenado la bolsa de patatas de aire!
¿Qué es y cómo nos afecta?
A grandes rasgos querido lector, la reduflación es el aire en la bolsa de patatas. Poniéndonos un poco más técnicos la reduflación es prima de la inflación que está ahora muy de moda porque está un poco desorbitada.
La inflación es la subida de costes de la vida. Te pongo un ejemplo. Si la barra de pan te cuesta 0.90€ y, de repente, la misma barra de pan cuesta 1€ ha subido por la inflación. O, más trágico aún, la hamburguesa de 1€ que ahora cuesta ya 1,30€, inflación de nuevo.
La reduflación como decía es parecida, consiste en la subida de precios, pero un poco camuflada.
Hay una estrategia que consiste en mantener el precio pero bajar el contenido del paquete. Es decir, el aire de la bolsa de patatas. Pasamos de tener, por ejemplo, 80g de peso neto de producto a tener 60g costando lo mismo.
Otra forma es subir el precio y hacer el paquete o el envoltorio más grande manteniendo la cantidad. Un ejemplo es un yogurt de 120g netos de contenido. Suben el precio y hacen el plástico más grande. Con lo cual, puedes pensar ah, claro han subido el precio porque han puesto un yogurt más grande. El problema es que cuando te fijas, sigue teniendo 120g netos de contenido…
Una opción similar a lo anterior es mantener el precio pero reducir costes para la empresa. ¿Cómo? empeorando el paquete o lo que es peor empeorando el producto. Esto se hace bajando el porcentaje de materia prima más cara (y que suele ser de más calidad) y subir el de otras materias primas más baratas. Esta es la peor forma porque puede llegar a ser perjudicial para la salud.
Como ves, la reduflación consiste en que la empresa mantenga márgenes de beneficio empeorando la calidad del producto y subiendo los precios finales.
¿Cómo nos protegemos de ello?
Ahora que ya entiendes qué es la reduflación. Lo importante es que prestes atención a estas estratagemas. Una vez detectes que ha ocurrido algo sospechoso puedes actuar en consecuencia.
Una opción sería que cambies de producto o de marca. Cada vez más marcas optan por este tipo de estrategias para reducir los costes y aumentar los beneficios. Pero hay algunas que no lo hacen.
Si quieres seguir consumiendo tu postre favorito y ha sufrido de reduflación otra opción sería poner el foco de atención en ofertas en otros productos para recortar el gasto de la cesta de la compra por otro lado.
Otra cosa que te puede ayudar a protegerte de esto son las promociones falsas. En concreto, ten mucho cuidado con los 3×2, 4×3 y demás múltiplos que parece que te van a hacer ahorrar dinero. Como ocurre en el Black Friday. Hay muchas empresas que camuflan subidas de precios en ofertas para que te de la sensación de que te estás llevando un chollo cuando en realidad te la están metiendo doblada.
Conclusiones
Has entendido qué son la inflación y la reduflación. Debido a esto, la cesta de la compra no deja de subir. Lo bueno es que conociéndolo te puedes proteger de ello y hacer la subida más controlada.
Sí aún así se te hace muy cuesta arriba y necesitas más consejos para ahorrar y mejorar tu situación financiera y la de tu familia no dudes en contactar para pedir tu cita en el formulario. No te va a costar nada y te va a venir genial 😉